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Lo hemos visto en las películas de terror millones de veces. El asesino persigue a la víctima con paso tranquilo e incesante hasta que esta queda atrapada. La única escapatoria de esta última es sacar ese gigantesco manojo de llaves, encontrar la llave adecuada, abrir la puerta y escapar al exterior para salvar su vida. Los nervios, las prisas y la presencia de quince llaves prácticamente iguales en el llavero serán su perdición. Ficciones al margen, y de manera menos mortífera, todos hemos sufrido las consecuencias de tener tantísimas llaves con nosotros.

En ese sentido, una llave maestra es la solución perfecta. ¿Cuántos guiones de películas se habrían ido al traste si las víctimas hubiesen contado con una llave maestra? Les habría permitido realizar una apertura tan veloz y limpia que nadie las habría alcanzado. Y, nosotros, las personas reales, ganaríamos un montón de comodidad y tiempo al no tener que lidiar con tantas llaves diferentes. Llaves que, en su mayoría, apenas utilizamos de tanto en tanto. Con la llave maestra, podríamos abrir todas las puertas que queramos con una sola llave. Genial, ¿no?

¿Pero cómo conseguir una de estas llaves tan especiales? La manera más eficiente de hacerlo es contando con la ayuda de cerrajeros profesionales como nosotros. Para tu comodidad, en nuestro taller nos encargamos de todo el proceso de amaestramiento de llaves. No obstante, y aunque siempre recomendamos acudir a los expertos para contar con todas las garantías, hay otra opción: fabricar una llave maestra casera. Sí, desde tu casa. Hecha por ti mismo. Y en el siguiente apartado vamos a explicarte los pasos que tienes que hacer para lograrlo.

 

Cómo fabricar una llave maestra casera en pocos pasos

Antes de nada, debemos pasar lista de todos los materiales que vamos a necesitar para fabricar la llave maestra para abrir puertas. Serán los siguientes: una llave original, una llave maestra en blanco, una pinza de sujeción, una hoja 3×5 de estaño, un marcador de punta fina, una lima de metal y una tijera. Como ves, todos ellos puedes encontrarlos en una ferretería convencional. Es importante que cuentes con todos y cada uno de ellos antes de empezar, ya que son todos imprescindibles para lo que estamos intentando conseguir.

Cuando tengamos todos estos materiales nos buscaremos un espacio cómodo donde poder trabajar. Una vez allí, el primer objetivo será utilizar la llave original para realizar una copia. ¿Cómo? De esta manera: apoya sobre la hoja de estaño la llave original para que quede imprimida su forma mediante calco. Y, fundamental, cero prisas y mucha paciencia en este punto. Bueno, en todos los puntos. Ese es el quid de la cuestión acerca de cómo hacer una llave maestra casera. Al fin y al cabo, si la calcas mal no habrá servido para nada todo el trabajo.

En el momento en que tengas un calco impecable, deberás proceder a recortar el calco de la hoja de estaño con el uso de la tijera. Recuerda que, cuanto mejor sea la tijera, más preciso será el recorte y en consecuencia también la fabricación de la llave maestra. Una vez bien recortado el diseño de la llave original, deberemos alinearlo y unirlo con la llave maestra en blanco mediante una pinza de sujeción. Será entonces la hora de lijar la llave que queremos convertir en maestra mediante la utilización de la lima de metal. De nuevo, mucha paciencia y amor.

Como ves, hacer una llave maestra casera es bastante más sencillo de lo que podría parecer. O al menos hacer la copia de una llave maestra. Porque para fabricar una llave maestra a partir de todas las llaves que tenemos sí que es necesaria la intervención de profesionales que realicen el amaestramiento. Si estás pensando en hacerte la vida un poquito más fácil a ti mismo, recuerda que siempre puedes contar con nosotros, cerrajeros urgentes en Madrid disponibles para ti las 24 horas del día.