Las cajas fuertes son una de las mejores opciones para quienes quieren proteger documentos u objetos de extremo valor. Pero hay múltiples variedades de ellas. Y la elección no es sencilla. En primer lugar, debemos estudiar bien las necesidades y el entorno donde vamos a ubicarla. No es lo mismo elegir una caja fuerte para el hogar que una para un hotel o una oficina. Y en segundo lugar, debemos conocer en profundidad todas esas variedades. Solo así puede tomarse la mejor decisión. Por eso vamos a ayudarte explicándote cuáles son y en qué consisten.
Cajas fuertes de sobremesa
A diferencia de las cajas fuertes escondidas tras un cuadro típicas de las películas, las cajas fuertes de sobremesa no están empotradas. Para paliar esta desventaja, cuentan con un peso muy considerable. Esto hace bastante ardua la tarea de cargarla en caso de intención de robo. Por otro lado, y teniendo en cuenta que son visibles, están diseñadas con un enfoque más estético. Las hay tanto para colocar sobre la mesa como para colocar en el mismo suelo.
Cajas fuertes de empotrar
Son las primeras cajas fuertes que acuden a nuestra cabeza. Están diseñadas específicamente para ser empotradas en cualquier superficie, normalmente una pared. Al igual que las cajas fuertes anteriores, cuentan con un método de apertura manual o basado en clave. Además, tienen una estructura muy resistente que las convierte en una apuesta bastante recomendable.
Cajas fuertes ignífugas
Los robos no son la única amenaza para la seguridad de nuestros documentos u objetos más valiosos. También el fuego puede poner en peligro su integridad. Y para ello han sido diseñadas estas cajas fuertes ignífugas. Su capacidad para resistir altas temperaturas la hacen ideales para quienes quieren una doble protección. Contra los ladrones y contra los incendios. Eso sí, la caja fuerte se mantendrá intacta más o menos tiempo dependiendo de su calidad.
Cajas fuertes camufladas
La presencia visible de una caja fuerte la hace más vulnerable. Los ladrones podrían poner el ojo en ellas. Por eso han sido diseñadas precisamente las cajas fuertes camufladas. Son capaces de pasar inadvertidas al mimetizarse con otros elementos del entorno. Ya sea una habitación de la casa o una oficina. Es en estas últimas donde adquiere más valor y utilidad, ya que pueden almacenar contenido empresarial muy valioso pero pasando desapercibidas. Las cajas fuertes decorativas son una subvariedad.
Cajas fuertes de suelo
A medio camino entre las cajas fuertes empotradas y las cajas fuertes de camuflaje. ¿Por qué? Porque son instaladas mediante empotramiento pero en el suelo, en lugar de en la pared. Esto las convierte en elementos prácticamente invisibles. Bajo una baldosa. Bajo el parqué de madera. O bajo el suelo cubierto por una alfombra. El nivel de seguridad que ofrecen es muy elevado. Una opción para quienes necesitan máxima discreción.
Cajas fuertes de alta seguridad
El elemento fundamental de las cajas fuertes de alta seguridad es el refuerzo estructural. Tanto sus paredes como los mecanismos de apertura de cerraduras están diseñados con un mayor nivel de seguridad. Es decir, que abrirlas sin disponer de los mecanismos necesarios de apertura es bastante más complicado. Una característica de protección superior que puede aplicarse a cualquier modalidad de caja fuerte. La opción idónea para preservar contenido de máximo valor.
Cajas fuertes para hoteles
Las cajas fuertes más utilizadas en los hoteles son las de sobremesa. Se suelen poner a disposición de los huéspedes mediante su instalación en el armario de las habitaciones. Gracias a su sistema por clave, que cada huésped puede cambiar a su gusto, permiten salvaguardar contenido de vital importancia como pasaporte, billetes o llaves.
Como decíamos, la decisión final debería estar supeditada a las necesidades concretas. En otras palabras: debes preguntarte qué quieres proteger. Sea como sea, es importante contar siempre con un servicio de cerrajeros 24 horas que te permitan resolver posibles incidencias urgentes lo antes posible.