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En seguridad, como en tantas otras cosas en la vida, los pequeños detalles marcan la diferencia. De nada sirve el tener las puertas más macizas y resistentes del mundo, o las cerraduras más intrincadas e invulnerables, si hay algún otro elemento casi imperceptible pero imprescindible que está siendo descuidado. Es como un fórmula 1 sin combustible. En el caso de las puertas, estos otros elementos suelen ser los pernos de las cerraduras. Unos que tienen casi todas las puertas salvo las puertas correderas y plegables. Déjanos contarte qué son y qué hacer para mantenerlos en perfectas condiciones.

 

¿Qué son los pernos de cerraduras?

Los pernos son pequeñas piezas metálicas bastante similares a los tornillos. Suelen estar fabricados en metales como el hierro o el acero para garantizar una mayor resistencia. Así mismo, los pernos cuentan con una variedad enorme de longitudes y geometrías de sus cabezas (redondas, hexagonales, avellanadas…). Su principal función es servir como elemento de unión entre grandes estructuras. En este caso, entre la propia puerta y el marco del que depende esta. También, por supuesto, entre las cerraduras y las puertas que salvaguardan.

Por tanto, los pernos tienen una doble función en cuanto a la seguridad de nuestros hogares y negocios. Mientras los pernos de las puertas la mantienen firmemente unida al marco para que proporcione mayor resistencia ante cualquier ataque de derribo contra la puerta, los pernos de las cerraduras garantizan que los ladrones no sean capaces de desligar la propia cerradura de la puerta que protegen. Dicho de otro modo: los pernos, aunque muy desapercibidos, son cruciales para mantenernos a salvo.

Por desgracia, y como con cualquier otro elemento fabricado con hierro, los pernos están sujetos a la oxidación. Esto reduce considerablemente sus utilidades reales y pone en peligro la seguridad que ofrecen las puertas y las cerraduras. Además, otros componentes ambientales como el fuerte calor veraniego o el intento frío del invierno pueden minimizar también sus cualidades. Por eso es tan importante, pero tan importante, aplicar un adecuado mantenimiento de pernos de cerraduras. Vamos a explicarte cómo hacerlo.

 

¿Cómo lubricar los pernos de las cerraduras?

La acción básica de mantenimiento de pernos de cerraduras es la revisión periódica. Y no, no basta con que la revisión sea superficial porque realmente no estaríamos obteniendo ninguna información útil. Un cerrajero 24 horas es una opción muchísimo más recomendable para revisar el estado de los pernos en cualquier momento. Pero, además de esto, hay una acción primordial del mantenimiento de pernos que sí podemos hacer por nuestra cuenta: la lubricación. Este procedimiento es esencial para asegurarnos que los pernos no comiencen a fallar.

¿Pero qué clase de lubricante utilizar? Desde luego, el aceite común no. O al menos no como una solución a largo plazo, ya que esta sustancia aumentaría la adherencia del polvo a los pernos. Y eso, lógicamente, provocaría que no funcionasen óptimamente. En su lugar, es mucho más recomendable el aceite multiusos. Con ellos se produce una menor adherencia del polvo y, además, proporciona una protección adicional contra la oxidación gracias a sus propiedades químicas antioxidantes. Un gran aliado para el mantenimiento de los pernos.

Aunque el aceite multiusos no es nuestra única opción. También tenemos a nuestra disposición otra sustancia, llamada grasa consistente, que puede sernos de gran utilidad. Especialmente cuando necesitamos proteger los pernos de cerraduras de puertas mucho más pesadas. Como las de los garajes, las naves industriales e incluso las puertas blindadas o acorazadas de hogares y comercios. De todas formas, tan relevante es elegir la sustancia como aplicarla correctamente. Puedes contar con nuestro equipo de cerrajeros urgente Madrid en cualquier día del año y a cualquier hora.