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Los elementos de seguridad, donde están incluidas las puertas, no son valiosos per se. Son valiosos cuando dan solución a problemas concretos. Ahí radica su importancia. En ese sentido, saber elegir los diferentes elementos del hogar es fundamental para, por un lado, obtener la máxima seguridad y, por el otro, gozar de la comodidad que merece toda casa. Y es precisamente en este segundo punto donde entran en acción las puertas plegables. Cuando se trata de comodidad, cuando se trata de espacio, son una solución ideal para cualquier vivienda.

Especialmente aquellas que no gozan de estancias muy amplias. Como ya os explicamos en aquel artículo sobre las ventajas y desventajas de las puertas plegables, se trata de puertas confeccionadas mediante diferentes piezas capaces de plegarse sobre sí mismas. De esta manera, cumplen la función que cumplen todas las puertas cuando están cerradas, pero proporciona una liberación de espacio muy agradecida cuando se pliegan. Estén hechas de aluminio, madera o PVC, son tremendamente prácticas. Una opción muy recomendable.

Imagina que tienes una vivienda pequeña. Que quieres optimizar ese poco espacio con el que cuentas y poder disfrutar de una estancia con mayor amplitud. Imagina que empezaste a leer este artículo y, gracias a todo lo que te contamos sobre las puertas plegables, te convenciste de que disponer de una o varias en determinados rincones de la casa sería realmente útil. La pregunta que surgiría en ese instante en tu cabeza es: ¿Cómo instalar una puerta plegable? ¿Qué hacer con ella una vez que la he comprado y traído a casa?

Queremos echarte una mano con eso. No podemos convencerte de lo maravillosas que son estas puertas y luego no ayudarte con su instalación. Por eso vamos a ir paso por paso. No serán muchos: solo 5. Verás cómo es mucho más fácil de lo que pensabas.

 

Cómo colocar una puerta plegable en tan solo 5 pasos

El primer paso que debes tomar para instalar una puerta plegable es conocer qué tamaño de puerta necesitas. En esto tienen lugar dos subprocedimientos: medir el tamaño del vano, medir el grosor del marco de la puerta y restarle al primer valor este segundo valor. De esa manera descubriremos cuáles son las dimensiones precisas que necesitamos. Seguidamente tendremos tres opciones: comprar una puerta plegable cuyo tamaño coincida con lo que necesitamos, comprarla más grande y recortarla, o que la diseñen de manera personalizada.

El segundo paso será fijar el perfil de inicio alineado con el borde exterior del tapacarril e introducir también el cuadradillo del perfil de cierre en el carril. Una vez hechos ambos procesos, será el momento de efectuar el tercer paso: atornillador de arriba hacia abajo. Una vez atornillado el cuadradillo, nos tocará marcar los agujeros donde fijaremos los tornillos de las puertas. Ese es el cuarto paso. Ya solo queda uno, pero el más importante de todos. Hablamos de colocar la puerta en el carril y atornillar los tornillos al mismo.

Ahora ya sabes cómo colocar una puerta plegable. Recuerda que realizar este procedimiento correctamente es esencial para que la puerta funcione bien a corto, medio y largo plazo. Hay que seguir cada paso en el orden establecido y con mucha paciencia y mimo para que no haya fallo alguno. De todas formas, y si no te sientes tan manitas como para llevar a cabo la instalación por tu cuenta, siempre puedes contar con nosotros. La instalación de puertas plegables es una de nuestras especialidades y lo realizamos con la mayor presteza posible.

Del mismo modo, puedes contactar con nosotros si necesitas la apertura de puertas de hogar, de cerraduras de vehículos o la reparación de cualquier elemento de seguridad. Estamos deseando ayudarte.