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La cerrajería comenzó hace muchísimos siglos. En aquel entonces, las funciones que hoy llevamos a cabo quienes nos dedicamos a esta profesión las cumplían los herreros. Ellos fabricaban, con métodos mucho menos precisos que los que disponemos hoy, las distintas piezas de seguridad que necesitaba la sociedad de la época y, además, se encargaban de su instalación y mantenimiento. Poco a poco, todas esas funciones fueron diversificando dando lugar a diferentes profesionales. Uno de ellos fue el cerrajero, cuya utilidad social no ha dejado de aumentar.

Y es que, en efecto, la demanda de cerrajeros crece año tras año. Después de todo, los sistemas de seguridad que utilizamos en nuestras viviendas y en nuestros negocios se vuelven constantemente más complejos. De ahí que sea tan importante la figura de un profesional que comprenda sus mecanismos y sepa instalarlos, mantenerlos, arreglarlos y quitarlos con herramientas de cerrajero. Y, además, que sea capaz de asesorar acerca de cuáles convienen más a cada persona, pues no solo ha aumentado la complejidad, sino también la variedad.

Si estás aquí, en este artículo de nuestro blog, probablemente sea porque ya te diste cuenta por ti mismo de que la cerrajería está en auge. Es una profesión muy solicitada y en la que nunca falta el trabajo. Y estarás haciéndote la pregunta mágica: ¿cómo ser cerrajero profesional? En el siguiente apartado vamos echarte una mano para que puedas cumplir tu objetivo de dedicarte al noble arte de la cerrajería. Pero debes saber que, como cualquier otra profesión, exige conocimientos y habilidades muy concretas que requieren esfuerzo y dedicación.

 

¿Qué necesito para ser cerrajero profesional?

Que hagamos hincapié en eso de cerrajero “profesional” no es casualidad. Como decíamos, en la actualidad existe un crecimiento de la demanda de los servicios de cerrajería y eso, desgraciadamente, ha provocado que nazcan más y más supuestos cerrajeros que no están capacitados para ello. Además de proporcionar servicios bastante cuestionables desde el punto de vista cualitativo, suelen cobrar precios desorbitados y no ofrecer garantías para una posterior reclamación, ya que no suelen facturar. Es el antiejemplo de cómo hacerse cerrajero.

Porque para ser cerrajero, lo más importante es contar con conocimientos demostrables de las técnicas y herramientas de cerrajería. Aunque en España no es necesaria una formación teórica obligatoria, es bastante conveniente realizar cursos de capacitación que te proporcionen una base teórica sobre cuanto está implicado en la profesión. Además, y de cara a los futuros clientes, estas capacitaciones educativas son una marca de distinción muy importante. Muchas asociaciones de cerrajeros ofrecen cursos de todo tipo.

Por otro lado, realizar unas prácticas profesionales es otro paso más en el camino para convertirse en cerrajero. Como ocurre con la formación teórica, este periodo de formación práctica no es obligatorio para ejercer como cerrajero profesional. No obstante, es un estupendo camino de entrada hacia la profesión. Especialmente cuando no se tiene a un familiar o conocido cerca que sea cerrajero profesional y que pueda enseñarnos cuanto hay que saber para proporcionar servicios de cerrajería seguros y de calidad.

 

Características de un cerrajero profesional

Más allá de los conocimientos, punto fundamental del buen cerrajero, existen otras características que debes cumplir si quieres ser cerrajero como nosotros. Por ejemplo, ser una persona muy paciente. Es decir, no perder los nervios cuando las situaciones se vuelven complicadas o la urgencia genera presión. O contar con una excelente coordinación manual-visual que te permitan ejecutar las técnicas adecuadamente. O tener verdadera curiosidad por este universo. La suficiente como mantenerse en una necesaria formación continua.

Además, y para acabar, debe ser una persona comprometida con sus clientes. Siempre atento a las necesidades urgentes que puedan tener. Por eso nosotros trabajamos como cerrajeros 24 horas en Madrid. Porque queremos estar siempre ahí cuando hagamos falta.