Hoy en día la llave es un elemento fundamental para poder mantener la seguridad de nuestros objetos y, sobre todo, de nuestros hogares. Se llevan utilizando desde tiempos muy antiguos, adaptando y mejorando en muchos sentidos los modelos para volverlas más resistentes, cómodas y seguras. En muchas ocasiones surgen problemas con las llaves o las cerraduras de la puerta de nuestra casa, ya sea por desgaste o por algún incidente. Normalmente en estas situaciones o al adquirir la vivienda se suele cambiar la cerradura y la llave, por lo que los dueños se ven obligados a escoger entre todos los tipos de llaves que conviven actualmente. Para que esta elección pueda resultar un poco más sencilla hoy hablaremos sobre los diferentes tipos de llave que existen actualmente:
Llave clásica
Son las llaves más antiguas, las que se han utilizado desde siempre. La llave clásica consiste en una pieza cilíndrica que puede estar perforada y tener una o varias paletas en su extremo. Las paletas tenían dientes que marcaban un código o tener estrías sobre ellas. De esta forma, la llave encajaba con el mecanismo de cierre activando su apertura y permitiendo que girara. Para facilitar este movimiento, el extremo contrario a las paletas tenía una pieza con forma de anillo y del mismo material con el que se podría sujetar la llave y formar su giro.
Llave de sierra
Es el tipo de llave más común y del que casi todo el mundo dispone normalmente. Uno de los bordes es dentado, por eso su nombre alude a una sierra. Suele ser plana y tiene muescas en sus lados, formando el código de apertura que le permite girar en la cerradura. La llave de sierra puede tener la cabeza redonda, ovalada o cuadrada y suele disponer de un pequeño agujero para introducirla en un llavero.
Llave de paleta
También se las denomina llaves de paletón. Se utilizan en las cerraduras de Borjas, habituales de las puertas blindadas, por lo que no es muy común verlas. Se componen de una espiga en forma de cilindro que culmina en una parte plana con dientes de forma rectangular. La llave de paleta tiene un tamaño considerable.
Llave de pompa
Este tipo de llaves se introducen en el mercado por la creciente necesidad de añadir seguridad a nuestras casas. Las llaves de pompa son como las de paleta pero sus dientes se encuentran hacia delante, en vez de estar a los lados. Es habitual encontrarlas para puertas de seguridad o cerramientos blindados.
Llave cruciforme
La llave cruciforme destaca por su característica forma. Como bien dice su nombre tienen forma de cruz, se trata de un cilindro que termina con dos paletas laterales que tienen dientes, ya sea en tres o en cuatro lados. Son perfectamente reconocibles al destacar por su aspecto.
Llave de seguridad
Sin embargo, el modelo más utilizado para las puertas blindadas es la llave de seguridad. Estas destacan por tener bordes rectos, pero hendiduras o estrías en sus caras para que encajen con el mecanismo. Te preguntas ¿de qué están hechas las llaves? a través de este artículos te daremos la solución a esta pregunta tan importante para garantizar la seguridad de nuestro domicilio.
Llave magnética
En este caso nos referimos a unas llaves mucho más modernas. Normalmente se componen de una pieza de plástico que contiene una cinta magnética o imán que contiene el código de apertura. La llave magnética se utiliza principalmente en garajes o en habitaciones de hoteles, pudiendo variar en su forma o diseño. En el caso de las tarjetas magnéticas se pueden codificar para permitir el acceso durante un periodo de tiempo a una estancia determinada, mientras que las que funcionan por imanes siempre liberarán la cerradura.