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Los pernios son componentes frecuentemente confundidos con las bisagras. En nuestro artículo acerca de las diferencias entre bisagras de puertas y pernios ya ahondamos profundamente en la definición de cada uno, así como sus distintas funcionalidades. Pero, en resumen, recordamos que la diferencia primordial entre ambos es que mientras los pernios son desmontables, las bisagras no. Esta es la razón por la cual los pernios son usados exclusivamente en puertas interiores de paso. Nunca en puertas de entrada a viviendas o comercios.

Al fin y al cabo, a los delincuentes les resultaría tremendamente sencillo desmontar el eje de los pernios y lograr separar la hoja de la puerta del marco. De nada nos serviría entonces tener la mejor cerradura de seguridad con antibumping incluido. Habría una vulnerabilidad mucho más notoria y accesible. Por tanto, repetimos, solo son instalados en las puertas del interior de los hogares. Son los responsables de que las hojas de las puertas puedan desplazarse en una u otra dirección. Es decir, gracias a los pernios podemos abrir y cerrar las puertas.

 

Pernios y bisagras

Como apuntábamos antes, hay una enorme diferencia entre estos dos elementos de cerrajería. Los pernios solo son utilizados en espacios interiores. Son los herrajes de metal fijados al marco de las puertas de las habitaciones de la casa. Las bisagras, por su parte, no pueden desmontarse. Esto las hace perfectas para espacios exteriores y de entrada a las viviendas, donde servirán como parte de la resistencia de la puerta frente a los ladrones. O, en otras palabras: los pernios para puertas interiores y las bisagras para puertas de entrada.

 

¿Qué son los pernios?

A estas alturas del post, ya tenemos bastante claro qué es un pernio de puerta. Pero, más concretamente, puede definirse como un herraje de dos piezas, fijado tanto al marco como a la hoja de la puerta, que gira alrededor de un eje. Su función básica es posibilitar la movilidad de las propias puertas. No obstante, no están limitados a las puertas únicamente. Los pernios también pueden encontrarse en ventanas y en toda clase de muebles. En todos estos casos, sus funciones siguen siendo las mismas: permitir la movilidad entre diferentes elementos.

 

Tipos de pernios

Existe una enorme variedad de tipos de pernios en el mercado. Sin embargo, los dos criterios básicos alrededor de los cuales se subdividen estos elementos de cerrajería son el tamaño y el material. En concreto, actualmente podemos encontrar pernios de dos materiales diferentes: plástico y metal. Los primeros suelen utilizarse en los muebles de plástico y, en algunos casos, en muebles de madera de poco tamaño. Son muy prácticos y resistentes, aunque no gozan de la resistencia de sus homólogos de acero, cinc, latón o bronce. Estos aguantan mucho más.

 

Pernios para puertas de madera

Los pernios para puertas de madera suelen tener un tamaño no demasiado grande. La razón es que, en líneas generales y salvo puertas de maderas de gran robustez, estas puertas no suelen pesar mucho. Por otro lado, los materiales con los que suelen estar fabricados estos pernios son el acedo latonado y el acero cincado.

 

Pernios para puertas pesadas

Todo lo contrario ocurre con los pernios para puertas pesadas. Estas estructuras requieren pernios de mayor resistencia para soportar la carga y cumplir sus funciones con normalidad. Por eso suelen utilizarse pernios de mayor tamaño y elaborados únicamente con acero inoxidable. Tienen entre tres y cuatro espacios para tornillos.

 

Pernios para puertas metálicas

Las puertas metálicas, por lo general, suelen estar incluidas dentro del concepto de puertas pesadas. De ahí que los pernios para puertas metálicas suelan ser también pernios de mayor tamaño que los utilizados en puertas de madera. Por otro lado, también acostumbran a utilizarse materiales muy resistentes como al acero.