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Nunca recomendaríamos un muelle cierrapuertas para puertas de seguridad del hogar. Después de todo, estos elementos amortiguan y ralentizan el cierre de las puertas, provocando que la puerta quede abierta más tiempo del que debería normalmente. Nadie desea eso para la puerta del hogar. Deseamos que, en caso de requerirlo, la puerta pueda cerrarse lo más rápido posible para sentirnos completamente seguros. No obstante, sí hay muchas puertas que podrían beneficiarse de sus propiedades. Especialmente cuando el tránsito es muy elevado.

Hablamos, por ejemplo, de las puertas de las comunidades de vecinos o de las puertas de las oficinas. Todas ellas tienen en común dos cosas. La primera que, como apuntábamos antes, son utilizadas constantemente en un ir y venir de personas. Y, la segunda, que las personas que las utilizan suelen andar con prisas y dejan que la puerta se cierre con un portazo. En ese sentido, el muelle cierrapuertas es un aliado magnífico para que los vecinos y trabajadores de la comunidad y de la oficina respectivamente no tengan que lidiar con constantes golpes.

Concretamente, estos cierra puertas con muelles funcionan gracias a dos elementos internos que actúan como cierre y a unos depósitos de aceite que sirven de freno. Y, lo más importante, es que estos muelles cierrapuertas pueden regularse para permitir un mayor o menor paso del aceite en el depósito. De esa manera, podemos hacer que la puerta se cierre con mayor velocidad o con menor velocidad. Esto es fundamental, especialmente para las comunidades vecino, donde se busca un equilibrio entre la seguridad y la evitación de los golpes.

 

Cierra puertas hidráulico

Los cierra puertas hidráulicos son los cierrapuertas más habituales, tanto en el mercado como en los espacios. Son los muelles cierrapuertas por excelencia, los clásicos, los de toda la vida. Y son los que funcionan de la forma que os hemos explicado antes. Existen tantos diseños estéticos como podamos imaginar. Pero lo más importante es que sean cierra puertas de calidad. De lo contrario, podrían acabar generando extraños parones en la apertura y cierre de las puertas. Incluso podrían quedarse trabadas en mitad de la trayectoria de cierre.

En ese sentido, no solo es muy importante la calidad del cierra puertas hidráulico. También lo son dos factores más. Por un lado, la idoneidad del producto conforme a la puerta y el espacio del que disponemos. Por eso deben medirse previamente ambos. Y, por otro lado, la instalación del elemento. Ya lo hemos dicho muchísimas veces y nunca nos cansaremos de repetirlo: un elemento de seguridad, por mucha calidad de fabricación que tenga, es susceptible de funcionar deficientemente si no se encuentra instalado por profesionales de la cerrajería.

 

Cierre automático de puerta

Pero además de los muelles cierrapuertas hidráulicos, también tenemos la posibilidad de instalar un cierra puertas automático. Elementos de seguridad cuyo mecanismo permite regular la velocidad y la potencia con la que se cierran las puertas. En ese caso, no median elementos químicos como el aceite en su procedimiento. La funcionalidad de estos otros muelles cierrapuertas responde a aspectos físicos. A muelles. No obstante, no tienen nada que envidiarle a los hidráulicos en cuanto a eficacia. Es más, en los últimos años los están desplazando.

Dentro de los cierrapuertas automáticos, encontramos dos tipos. Los que poseen sistemas de retención y los que no poseen sistemas de retención. Mientras que con estos últimos la puerta siempre se cierra, con los primeros la puerta puede quedarse abierta. Esto resulta muy útil para favorecer la movilidad de personas heterocapaces. A su vez, encontramos sistemas de retención libre y sistemas de retención por palanca. Como ves, elementos de gran utilidad en muchos casos. No son partes de la puerta obligatorias, pero pueden facilitarnos la vida.