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Las cerraduras, ya lo sabemos, no son infalibles. Especialmente cuando son viejas. De hecho, esto último resulta bastante peligroso, ya que los ladrones conocen perfectamente los distintos tipos de cerraduras y centran sus esfuerzos en aquellas más viejas o de peor calidad. Después de todo, resulta bastante más sencillo burlarlas para entrar al interior de la vivienda. No obstante, y al margen de la antigüedad, ninguna cerradura está, como hemos dicho, exenta de posibles averías, aunque algunas tengan más tendencia al fallo que otras.

En esos casos, lo más apropiado es llamar a una cerrajería para que un cerrajero profesional (esto es importante, puesto que cada vez hay más cerrajeros no profesionales proporcionando servicios poco cualificados) acuda de urgencia hasta la vivienda y solucione el problema de la manera más eficaz posible. Sin embargo, hay quienes prefieren solucionar el problema por sí mismos, aún con los riesgos que eso conlleva para su seguridad. Aunque no lo recomendamos, vamos a explicaros cómo desmontar una cerradura para minimizar los riesgos.

 

Por qué se desmonta una cerradura

Antes de nada, dejemos algo claro: la avería no es la única razón que nos obliga a desmontar la cerradura de la puerta. Si bien es bastante más frecuente de lo que nos gustaría, hay otras motivaciones. Por ejemplo, cuando deseamos quitar la cerradura antigua para instalar una nueva más segura. En uno de nuestros artículos pasados ya os explicamos las tres razones para cambiar la cerradura de tu casa. El aumento de la seguridad es, claro, una de ellas, pero también la pérdida de llaves o el alquiler de una vivienda.

Sea como sea, es evidente que saber desmontar cerraduras puede resultarnos tremendamente útil en muchas ocasiones. Aunque, repetimos, lo ideal es dejarlo en manos de profesionales que cuenten con la experiencia más dilatada posible para evitar futuros problemas de seguridad, vamos a explicaros paso a paso cómo hacerlo. Y es que, si vais a hacerlo, mejor que lo hagáis bien. O todo lo bien que puede hacerse sin la formación profesional de cerrajería. ¿Preparados? Pues vayamos a ello.

 

Cómo desmontar una cerradura

En primer lugar, armémonos con las herramientas necesarias. Cuáles serán concretamente dependerá, en cada caso, del tipo de rosca con la que funcionan los tornillos de la cerradura. Si son tornillos convencionales, bastará con un destornillador para desmontar la cerradura. En caso de que se traten de tornillos con fijación de rosca Allen, necesitaremos una llave Allen. Lo normal es tener alguna en la caja de herramienta o perdida por la casa, pero siempre puedes acercarte a la ferretería más cercana y hacerte fácilmente con una.

Una vez tenemos las herramientas necesarias, vamos al paso dos: desatornillar los tornillos del embellecedor y que suele estar localizado en el canto de la puerta. La cosa va desatornillar, así que ahora deberemos hacer esto mismo, pero con lo tornillos que mantienen unida la cerradura propiamente dicha con la puerta. A continuación, y con suavidad, ejercemos presión para sacar la cerradura del marco de la puerta. Ten cuidado de no ejercer más fuerza de la necesidad. Es más una cuestión de paciencia que de explosividad.

Y con esto ya estaría. En caso de que desmontaras la cerradura para instalar una nueva, tan solo deberás hacer estos mismos pasos, pero a la inversa. Es decir, en lugar de desatornillar, atornillar hasta que la nueva cerradura quede fijada a la puerta con seguridad. No obstante, en este caso, y más aún que para el desmonte, aconsejamos la ayuda profesional. Después de todo, una cerradura mal instalada es una cerradura inútil. Los ladrones cuentan con una especialización enorme y aprovechan cada pequeña vulnerabilidad para entrar en las casas.

En ese sentido, en nuestra cerrajería somos expertos en la instalación de todo tipo de cerraduras, además de en la apertura de cerraduras de seguridad con carácter urgente. Sea lo que sea lo que necesites, contáctanos. Te ayudaremos en el menor tiempo posible.