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En nuestro artículo sobre las partes de una puerta, publicado la semana pasada, ya os hablamos de las bisagras y de su función dentro de las puertas. En concreto, os explicamos que se trata de piezas metálicas que van fijadas en la parte lateral del marco. También os contamos las diferencias entre las bisagras de seguridad y las bisagras de pernio. Las primeras, mucho más seguras, forman parte de las puertas de entrada. Las segundas, cuyo eje se puede desmontar, están limitadas a las puertas internas de paso. Lógicamente, no ofrecen la seguridad necesaria.

No obstante, no son los únicos tipos de bisagras que existen. De hecho, existe una variedad enorme de bisagras en el mercado en función de las necesidades. Así, encontramos bisagras divididas por sus materiales. Desde las fabricadas en plástico hasta las fabricadas en bronce o cinc, pasando por las fabricadas en acero. Sin duda alguna las más resistentes de todas. También en cuanto a sus funcionalidades. Encontramos, además de las citadas, las bisagras de libro, las bisagras de piano, las bisagras rústicas, las bisagras de cazoleta y las bisagras antipalanca.

Ah, sí, y las bisagras de doble acción. Las funciones que proporcionan estas piezas metálicas no la proporcionan ninguna otra bisagra. Son especialmente utilizadas en las cocinas de los restaurantes, ya que posibilitan un gran dinamismo en cuanto a las entradas y salidas. A continuación, te explicamos por qué.

 

Bisagra doble acción

La bisagra de doble acción persigue un objetivo muy concreto: que la puerta pueda abrirse libremente en una dirección y otra. Es decir, que desde ambos lados de la puerta pueda empujarse para pasar a través de ella. Como apuntábamos antes, esta facilidad para entrar y salir las hace perfectas para entornos donde se requiere mucho dinamismo. Los comercios hosteleros son un buen ejemplo de ello. Gracias a estas bisagras de doble acción, los camareros encuentran mucha comodidad en sus idas y venidas a la cocina. Sin duda, ahorra tiempo y confusión.

Además, las bisagras doble acción para puerta vaivén cuentan con otra gran ventaja. ¿Cuál? Pues que después de ser utilizadas, ya sea en una dirección u otra, la puerta que las contiene vuelve a su estado original. Es decir, que la hoja vuelve a encajar en el marco y a cerrarse. Esto las hace todavía más útiles para los entornos laborales de la hostelería, donde no siempre queremos mostrar al público el interior de la cocina. Los trabajadores pueden desplazarse con prisas a través de ella con la seguridad de que la puerta se cerrará cuando la hayan traspasado.

Por último, estas bisagras también tienen otro factor a su favor. Y es que no tienen por qué limitarse a una única puerta. También pueden ser instaladas en dos semipuertas, de manera que podamos atravesarlas por el medio o solo por un lado. En líneas generales, la bisagra de doble acción es una solución estupenda para generar unas puertas vaivén que faciliten los desplazamientos. Además, no son más difíciles de instalar que las bisagras más convencionales. Todo son ventajas. Bueno, siempre que requieras unas cualidades de este tipo.

 

Precio bisagras doble acción

Como cualquier otro producto de seguridad, el precio de las bisagras de doble acción variará en función de la calidad de cada ejemplar. En ese sentido, podemos encontrar bisagras de doble acción que orbitan alrededor de los quince euros. Pero también bisagras de doble acción que superan los 50 euros. Una de los factores que bajan o aumentan el precio es el material de fabricación, como vimos al principio. Las bisagras de doble acción de acero son más caras, pero también más resistentes. A la larga, podrían resultar incluso más económicas.